ACCESORIOS PARA EL VIAJE CON LA MASCOTA
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ACCESORIOS PARA EL VIAJE CON LA MASCOTA

 

En primer lugar hemos de pensar en la seguridad. Y luego, en la comodidad de nuestra mascota.

 

Si no disponemos de cinturones para anclar a nuestro animal o asegurar su transportín, una opción interesante consistiría en encinchar la caja o instalar unos anclajes donde sujetar las correas de seguridad, que si bien no servirán para viajeros, serán suficientes y ayudarán a proteger la vida del perro.

 

No es obligatorio, pero existe. Y aunque se pensó para paseos nocturnos, puede resultarnos especialmente útil un chaleco reflectante para perros que le hará más visible si hemos de abandonar el vehículo tanto de día como de noche. Para la noche, podremos además colgarle del cuello un haz luminoso a dos colores que señalice su posición.

 

Si tenemos un automóvil y nos gusta que nuestro perro respire, pero nos preocupa que saque la cabeza por la ventanilla tenemos a nuestra disposición unas rejillas de protección que se colocan en la ventanilla. De esa forma, el can puede acercar la trufa y sentir el aire sin pasarse la línea de peligro.

 

En cuanto a confort, podremos colocar una funda en los asientos. Hay modelos que utilizan las barras de los reposacabezas para sujetarse: se mantienen en su sitio y son más duros. Algunos modelos crean un efecto «puente» colgando también por la parte posterior de los respaldos delanteros, incluyendo una cantidad de bolsillos más que útiles y algún bebedero plegable. Si el viaje es largo hay comederos especiales que no permiten que caiga el concentrado o la carne sobre el coche.

 

Toda molestia es poca si de verdad queremos a nuestros animales, y ahora ya no hay excusa para buscarnos multas o peligros innecesarios: ni a ellos, ni a nosotros mismos.

 

Un último apunte antes de abandonar el tema: jamás, bajo ningún concepto, hagas uso de sistemas telescópicos de cierre para maleteros. Los comercios los están poniendo de moda. Estos cierres sujetan el maletero y lo dejan abierto levemente, para que el perro respire y no existan riesgos por mala combustión. Son peligrosos al máximo exponente en otros aspectos: el perro podría caerse o quedar atrapado, el sistema fallar, tener un choque por detrás… Recházalos siempre.


 

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